Hechos 5:24 - Biblia Martin Nieto Al oír esto, tanto el prefecto del templo como los sumos sacerdotes quedaron desconcertados, pensando qué habría sido de ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el capitán de la guardia del templo y los sacerdotes principales oyeron esto, quedaron perplejos y se preguntaban en qué iba a terminar todo el asunto. Biblia Católica (Latinoamericana) El jefe de la policía del Templo y los jefes de los sacerdotes quedaron desconcertados al oír esto y se preguntaban qué podía haber sucedido. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando oyeron estas palabras, tanto el jefe de la guardia del templo como los principales sacerdotes, se preguntaban en qué iría a parar esto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando lo oyeron, ni el jefe de la guardia del templo ni los sumos sacerdotes acertaban a explicarse qué habría sido de ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el capitán del templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. |
Y fue a hablar con los sumos sacerdotes y con los jefes militares sobre la manera de entregárselo.
Y dijo a los sumos sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido a prenderlo: 'Habéis venido a prenderme como a un ladrón, con espadas y palos.
Los fariseos se dijeron: 'Veis que no adelantamos nada. Mirad cómo todo el mundo se va tras de él'.
Todos fuera de sí y desconcertados, se decían unos a otros: '¿Qué significa esto?'.
Mientras hablaban al pueblo, se les presentaron los sacerdotes, el oficial del templo y los saduceos,
Pero ellos los despidieron amenazándoles de nuevo, sin encontrar modo de castigarlos por causa del pueblo, porque todos alababan a Dios por lo sucedido,
'Hemos encontrado la cárcel bien cerrada y los guardias junto a las puertas; pero al abrir no hemos encontrado a nadie dentro'.
Llegó uno diciendo: 'Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo'.
Entonces el prefecto fue con los alguaciles y los trajo, pero sin emplear la violencia, porque temían que el pueblo los apedrease.