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Hechos 4:17 - Biblia Martin Nieto

Pero para que no se divulgue más entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que no vuelvan a hablar a nadie de ese hombre'.

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Biblia Reina Valera 1960

Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que para evitar que sigan divulgando su propaganda aún más, tenemos que advertirles que no vuelvan a hablar con nadie en el nombre de Jesús».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero prohibámosles que hablen más de ese Nombre ante ninguna persona, no sea que esto se extienda entre el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos severamente para que no hablen° más en este nombre a ningún hombre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero a fin de que no se divulgue todavía más entre el pueblo, vamos a amenazarlos, para que no hablen más de este nombre a persona alguna'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sin embargo para que no se divulgue más por el pueblo, amenacémosles, para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre.

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Hechos 4:17
25 Tagairtí Cros  

Aquellos dignatarios dijeron al rey: 'Pedimos la muerte de este hombre, que desalienta a los combatientes que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo, al hablarles en tales términos. Es evidente que este hombre no busca el bien de este pueblo, sino su desgracia'.


Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazireos y os impusisteis a los profetas diciendo: 'No profeticéis'.


Manda asegurar el sepulcro hasta el día tercero, no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan al pueblo: Ha resucitado de entre los muertos, y el último engaño sea peor que el primero'.


Jesús les ordenó severamente: 'Mirad, que nadie lo sepa'.


Todas estas cosas harán con vosotros por mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado'.


Pero ellos los despidieron amenazándoles de nuevo, sin encontrar modo de castigarlos por causa del pueblo, porque todos alababan a Dios por lo sucedido,


Al oír esto, tanto el prefecto del templo como los sumos sacerdotes quedaron desconcertados, pensando qué habría sido de ellos.


'¿No os ordenamos solemnemente que no enseñaseis en nombre de ése? Y, sin embargo, habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina y queréis hacernos responsables de la sangre de este hombre'.


Y vosotros, amos, haced con ellos las mismas cosas, dejándoos de amenazas, considerando que ellos y vosotros tenéis un mismo amo en el cielo, para el que todos son iguales.


Así es como desde vosotros se ha difundido la palabra del Señor; y no solamente en Macedonia y en Acaya, sino por doquier es conocida vuestra fe en Dios, de suerte que no tenemos necesidad de hablar de ella.


él, que, siendo ultrajado no respondía con ultrajes siendo maltratado no amenazaba sino que se ponía en manos del que juzga con justicia;