Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Hechos 27:22 - Biblia Martin Nieto

Pero ahora os recomiendo que tengáis ánimo, porque ninguno de vosotros perderéis la vida; sólo se perderá el barco.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Pero anímense! Ninguno de ustedes perderá la vida, aunque el barco se hundirá.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero ahora los invito a que recobren el ánimo; sepan que se va a perder el barco, pero no habrá pérdida de vidas.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero ahora, os exhorto a que tengáis buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, excepto de la nave.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero ahora os aconsejo que tengáis buen ánimo; porque no perecerá ninguno de vosotros, sino sólo el barco.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero ahora os exhorto a que tengáis buen ánimo; porque no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Hechos 27:22
14 Tagairtí Cros  

Entonces Secanías, hijo de Yejiel, descendiente de Elán, tomó la palabra y dijo a Esdras: 'Hemos sido infieles a Dios casándonos con mujeres extranjeras de naciones paganas. No obstante, todavía le queda una esperanza a Israel.


Satán respondió: 'Piel por piel, que todo cuanto tiene el hombre está dispuesto a darlo por su vida.


no tiene miedo de noticias malas, su corazón está firme, confiado en el Señor;


A la noche siguiente se le apareció el Señor y le dijo: 'Ten ánimo, pues como has dado testimonio en Jerusalén acerca de mí, así conviene también que lo des en Roma'.


Por lo cual tened ánimos, amigos; porque confío en Dios, y estoy seguro de que sucederá tal como se me ha dicho.


Pablo dijo al oficial y a los soldados: 'Si éstos no se quedan a bordo, no podréis salvaros vosotros'.


os aconsejo que comáis algo, que os vendrá bien para vuestra salud; pues ni un cabello de vuestra cabeza se perderá'.


Todos se animaron y se pusieron también a comer.


y que los restantes saliesen unos sobre tablas y otros sobre restos del barco. Y así llegaron todos a tierra sanos y salvos.


David estaba muy angustiado porque la gente quería apedrearlo, pues todos estaban muy amargados, cada uno por sus hijos y por sus hijas. Pero David se confortó en el Señor, su Dios.