¿No decían las gentes de mi tienda: 'Quién no ha quedado saciado en su mesa'?
Hechos 25:2 - Biblia Martin Nieto Los sumos sacerdotes y los jefes de los judíos se le presentaron para acusar a Pablo Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, Biblia Nueva Traducción Viviente donde los sacerdotes principales y otros líderes judíos se reunieron con él y le presentaron sus acusaciones contra Pablo. Biblia Católica (Latinoamericana) Allí los jefes de los sacerdotes y las autoridades de los judíos volvieron a acusar a Pablo. Insistieron La Biblia Textual 3a Edicion Y los principales sacerdotes y los más importantes de los judíos, le presentaron demanda contra Pablo, y le rogaban, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los pontífices y los principales de los judíos le presentaron querella contra Pablo y le rogaban, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el sumo sacerdote y los principales de los judíos se presentaron ante él contra Pablo; y le rogaron, |
¿No decían las gentes de mi tienda: 'Quién no ha quedado saciado en su mesa'?
Porque ellos no duermen tranquilos si no perpetran algún delito, el sueño les falta si no arrastran a alguno a la ruina.
Cinco días más tarde, el sumo sacerdote Ananías llegó a Cesarea con algunos ancianos y un tal Tértulo, abogado, y presentaron acusación ante el gobernador contra Pablo.
Cuando estuve en Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos me presentaron acusaciones contra él, pidiendo su condena.
Festo dijo: 'Rey Agripa y cuantos os encontráis aquí con nosotros: Aquí tenéis a este hombre; todos los judíos a una, tanto en Jerusalén como aquí, me han pedido a gritos su cabeza.
A los tres días Pablo convocó a los judíos principales; y, cuando estaban reunidos, les dijo: 'Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, he sido encarcelado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos;
al impedirnos predicar a los paganos para que se salven. Con lo cual van colmando la medida de su pecado. Pero el castigo de Dios está para caer pesadamente sobre ellos.