Cuando David supo lo que había pasado, dijo: 'Yo y mi reino somos inocentes por siempre ante el Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner.
Hechos 20:26 - Biblia Martin Nieto Por lo cual os declaro en el día de hoy que tengo la conciencia limpia respecto a todos vosotros, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; Biblia Nueva Traducción Viviente Declaro hoy que he sido fiel. Si alguien sufre la muerte eterna, no será mi culpa, Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso hoy les quiero declarar que no me siento culpable si ustedes se pierden, La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, os pongo por testigos en el día de hoy de que estoy limpio de la sangre de todos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por ello quiero daros claro testimonio en el día de hoy de que estoy limpio de la sangre de todos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; |
Cuando David supo lo que había pasado, dijo: 'Yo y mi reino somos inocentes por siempre ante el Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner.
Desde ahora ya tengo en los cielos mi testigo, en las alturas está mi defensor.
mientras que ahora que os lo he comunicado, no habéis querido escuchar la voz del Señor, vuestro Dios, en nada de lo que me ha mandado deciros.
Los que estuvieron presentes cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos daban ahora testimonio de ello.
El que lo ha visto da testimonio de ello, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis.
Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: 'Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos'.
Yo soy testigo de que buscan ardientemente a Dios, pero sin saber cómo,
Pongo a Dios por testigo, y que me muera si miento, de que no he vuelto a Corinto por consideración a vosotros;
Escuchadme. A nadie hemos hecho daño, a nadie hemos arruinado, a nadie hemos explotado.
No impongas a nadie las manos sin haberlo pensado muy bien; no te hagas cómplice de los pecados ajenos. Consérvate honesto.