Ellos dieron a Jacob todos los dioses extranjeros que poseían y los anillos que llevaban en las orejas, y Jacob los enterró bajo la encina que hay cerca de Siquén.
Hechos 19:19 - Biblia Martin Nieto Y bastantes de los que habían practicado artes mágicas llevaron sus libros y los quemaron en presencia de todos; su valor fue calculado en cincuenta mil monedas de plata. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Biblia Nueva Traducción Viviente Varios de ellos, que practicaban la hechicería, trajeron sus libros de conjuros y los quemaron en una hoguera pública. El valor total de los libros fue de cincuenta mil monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) No pocos de los que habían practicado la magia hicieron un montón con sus libros y los quemaron delante de todos. Calculado el precio de los libros, se estimó en unas cincuenta mil monedas de plata. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces, muchos de los que practicaban° las artes mágicas, juntando los libros, los quemaron delante de todos, y hecho el cálculo de su costo, hallaron que eran cincuenta mil piezas° de plata. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y bastantes de los que habían cultivado las artes mágicas trajeron sus libros y los quemaron delante de todos. Se estimó su precio en cincuenta mil monedas de plata. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Asimismo muchos de los que habían practicado la magia, trajeron sus libros, y los quemaron delante de todos; y contando el precio de ellos, se halló ser cincuenta mil piezas de plata. |
Ellos dieron a Jacob todos los dioses extranjeros que poseían y los anillos que llevaban en las orejas, y Jacob los enterró bajo la encina que hay cerca de Siquén.
Saúl murió por haber sido infiel al Señor: no había observado sus palabras y, además, había preguntado y consultado a una nigromántica.
Quemó a sus propios hijos en el valle de Ben Hinnón. Se dio a la magia, a la adivinación, al ocultismo, se rodeó de nigromantes y encantadores; hizo tantas cosas malas a los ojos del Señor, que provocó su indignación.
Tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta reducirlo a polvo, esparciéndolo en agua, que hizo beber a los israelitas.
El Faraón llamó a los sabios y encantadores, y ellos, los magos de Egipto, hicieron otro tanto con sus encantamientos.
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el corazón del Faraón se endureció y no los escuchó, como había dicho el Señor.
Entonces tendrás como profanos los ídolos recubiertos de plata y las imágenes revestidas de oro, y los tirarás como objeto inmundo, diciendo: ¡Fuera de aquí!
Y os dirán: Consultad a los espíritus de los adivinos que murmuran y susurran. ¿Un pueblo no debe consultar a sus dioses, y a sus muertos acerca de los vivos
El rey mandó llamar a los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos para que le explicaran su sueño. Vinieron y se presentaron al rey,
El vestido, de cualquier clase que sea, afectado por la lepra, deberá ser quemado por el fuego, porque es lepra contagiosa.
Así pues, el que de vosotros no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.
'O ¿qué mujer que tenga diez monedas, si pierde una, no enciende una luz y barre la casa y la busca cuidadosamente hasta encontrarla?
Atravesaron toda la isla de Pafos y encontraron a un mago pseudoprofeta judío, llamado Bar Jesús,
Pero Elimas, el mago (tal es el significado de su nombre), se les oponía procurando apartar al procónsul de la fe.
Muchos creyentes venían a confesar y a manifestar sus prácticas de magia.
Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente.