Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad.
Hechos 18:7 - Biblia Martin Nieto Partió de allí, y fue a casa de un prosélito, que vivía junto a la sinagoga. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces salió de allí y fue a la casa de Ticio Justo, un gentil que adoraba a Dios y que vivía al lado de la sinagoga. Biblia Católica (Latinoamericana) Pablo cambió de lugar y se fue a la casa de un tal Tito Justo, de los que temen a Dios, que estaba pegada a la sinagoga. La Biblia Textual 3a Edicion Y saliendo de allí, entró en casa de uno llamado Ticio° Justo, temeroso de Dios, cuya casa estaba junto a la sinagoga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y marchándose de allí, se fue a la casa de un tal Ticio Justo, temeroso de Dios, que vivía contiguo a la sinagoga. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y partiendo de allí, entró en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, cuya casa estaba junto a la sinagoga. |
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad.
Piadoso y temeroso de Dios, con toda su casa, hacía muchas limosnas al pueblo y oraba continuamente a Dios.
Ellos dijeron: 'El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, que goza de la reputación de todos los judíos, ha recibido aviso de un santo ángel para que te mande llamar y vayas a su casa y oír lo que tengas que decirle'.
Y al salir les rogaron que continuaran hablando de lo mismo el próximo sábado.
Cuando se disolvió la reunión, muchos judíos y prosélitos practicantes seguían a Pablo y a Bernabé, los cuales hablaban con ellos exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios.
Pero los judíos soliviantaron a las mujeres religiosas y nobles y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los echaron de su territorio.
Una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, fiel a Dios, nos estaba escuchando. El Señor abrió su corazón para que aceptase las cosas que Pablo decía.
Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas, así como muchos prosélitos griegos y buen número de mujeres nobles.
y Jesús, llamado Justo. Éstos son los únicos judíos que trabajan conmigo por el reino de Dios; ellos me sirvieron de consuelo.