Entonces todos estos servidores tuyos vendrán a mí y se prosternarán ante mí diciéndome: Sal tú y todo el pueblo, que está a tu cargo. Después partiré yo'. Y salió irritado de la casa del Faraón.
Hechos 16:39 - Biblia Martin Nieto Fueron y les pidieron excusas; los sacaron y les suplicaron que se fueran de la ciudad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que salieran de la ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces fueron a la cárcel y se disculparon con ellos. Luego los sacaron de allí y les suplicaron que se fueran de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Fueron a la prisión acompañados por un grupo de amigos de Pablo y les pidieron que se marcharan, diciéndoles: '¡Cómo íbamos a pensar que ustedes fueran muy buena gente!' Y cuando Pablo y Silas estaban para irse, les rogaron: 'Ahora que se van libres, por favor, no nos creen problemas por haberles hablado duramente'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces fueron y les suplicaron; y sacándolos, les solicitaban que se fueran de la ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 vinieron a presentarles sus excusas y, después de liberarlos, les rogaron que se fueran de la ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que salieran de la ciudad. |
Entonces todos estos servidores tuyos vendrán a mí y se prosternarán ante mí diciéndome: Sal tú y todo el pueblo, que está a tu cargo. Después partiré yo'. Y salió irritado de la casa del Faraón.
Esto dice el Señor: Las riquezas de Egipto y las ganancias de Etiopía y los sabeos, de elevada estatura, pasarán a ti y serán tuyos, te seguirán encadenados, ante ti se postrarán y te suplicarán: Sólo en ti se encuentra Dios; no hay nadie más, no hay otro dios.
Reyes tendrán por ayos y princesas por nodrizas; rostro en tierra se prosternarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Y sabrás que yo soy el Señor, que los que en mí esperan jamás son defraudados.
Encorvados vendrán a ti los hijos de tus opresores, a tus pies se prosternarán todos los que te ultrajan y te llamarán: Ciudad del Señor, Sión del Santo de Israel.
Pero aquellos hombres se presentaron atropelladamente ante el rey y le dijeron: 'No olvides, oh rey, que, según la ley de los medos y los persas, ninguna prohibición o edicto que haya dado el rey puede ser revocada'.
Mi Dios ha mandado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones, y no me han hecho ningún mal, porque soy inocente a sus ojos; y tampoco ante ti, oh rey, he cometido falta alguna'.
El pueblo entero salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de allí.
Pongo en tus manos a los de la sinagoga de Satanás, que se dicen judíos sin serlo, los mentirosos; les haré venir a postrarse a tus pies para que sepan que te amo.