Acudió a él tanta gente, que subió a sentarse en una barca, y toda la gente quedó en la playa.
Hechos 16:13 - Biblia Martin Nieto El sábado salimos fuera de la ciudad y fuimos por la orilla del río, donde pensábamos que estaba el lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a hablar con las mujeres que se habían reunido. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Biblia Nueva Traducción Viviente El día de descanso nos alejamos un poco de la ciudad y fuimos a la orilla de un río, donde pensamos que la gente se reuniría para orar, y nos sentamos a hablar con unas mujeres que se habían congregado allí. Biblia Católica (Latinoamericana) y el sábado salimos a las afueras de la ciudad, a orillas del río, donde era de suponer que los judíos se reunían para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar con las mujeres que habían acudido. La Biblia Textual 3a Edicion Y en el día del sábado° salimos fuera de la puerta, junto al río, donde suponíamos que había un lugar de oración; y sentándonos, hablábamos a las mujeres que se habían reunido.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuando el sábado salimos extramuros, junto a un río, donde pensábamos que estaría el lugar destinado a la oración, nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el día sábado salimos de la ciudad, junto al río, donde solían hacer oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. |
Acudió a él tanta gente, que subió a sentarse en una barca, y toda la gente quedó en la playa.
Y les dijo: 'Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Al amanecer estaba de nuevo en el templo. Todo el pueblo acudía a él; y él, sentado, les enseñaba.
Ellos continuaron su viaje, y de Perge pasaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
Y al salir les rogaron que continuaran hablando de lo mismo el próximo sábado.
Otra vez, cuando íbamos al lugar de la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía un espíritu adivinador, la cual con sus adivinaciones procuraba a sus amos muchas ganancias.
Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en Asia.
Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras,
Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos.
El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Pablo, que iba a partir al día siguiente, estuvo hablando con ellos hasta medianoche.
Pero, al pasar la semana, partimos. Nos acompañaron todos, con sus mujeres y niños, hasta fuera de la ciudad. Nos pusimos de rodillas en la playa, oramos,
Y en seguida se puso a predicar en las sinagogas proclamando que Jesús es el Hijo de Dios.
No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
siempre que perseveréis sólidamente cimentados en la fe y estables e inconmovibles en la esperanza del evangelio que oísteis, el que ha de ser predicado a toda criatura bajo el cielo, y del que yo, Pablo, he sido elegido ministro.