Hechos 15:1 - Biblia Martin Nieto Algunos que vinieron de Judea enseñaban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según el rito de Moisés, no podéis salvaros'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos». Biblia Católica (Latinoamericana) Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: 'Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Pero algunos que habían bajado de Judea, decían a los hermanos: A menos que seáis circuncidados conforme al rito de Moisés,° no podéis ser salvos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Algunos que habían bajado de Judea enseñaban a los hermanos: 'Si no os circuncidáis según la costumbre de Moisés, no podréis salvaros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos, diciendo: Si no os circuncidáis conforme a la costumbre de Moisés, no podéis ser salvos. |
Pues bien: Moisés os ha impuesto la circuncisión (no es que venga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis hasta en sábado.
Un día de aquellos, en que se habían reunido unos ciento veinte, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo:
Entonces los apóstoles y los presbíteros, con toda la Iglesia, decidieron elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabás y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos.
Por medio de ellos les mandaron esta carta: 'Los apóstoles y los presbíteros, vuestros hermanos, a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia procedentes del paganismo.
Nos hemos enterado de que algunos de los nuestros, sin nuestro mandato, os han inquietado y alarmado con sus palabras.
Ellos, enviados por la Iglesia, atravesaron Fenicia y Samaría, narrando la conversión de los paganos y causando un gran gozo a todos los hermanos.
Judas y Silas, que eran también profetas, alentaron y confortaron a los hermanos en una larga conversación.
Algunos de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe se levantaron y dijeron que los paganos debían circuncidarse y guardar la ley de Moisés.
Ellos, al oír todo esto, alabaron a Dios, y dijeron a Pablo: 'Ves, hermano, cuántos millares de judíos han creído, y todos siguen siendo fieles observantes de la ley.
le hemos oído decir que ese Jesús, el Nazareno, destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés'.
Al cabo de catorce años, volví a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito.
Si creemos en Cristo, da lo mismo estar o no estar circuncidados; lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor.
Los que os quieren obligar a circuncidaos lo hacen únicamente para quedar bien ante los demás y no ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo.
Por consiguiente, que nadie os juzgue por las comidas o bebidas o por la participación en las fiestas, lunas nuevas o sábados,
Cuidado con que nadie os engañe con falsas teorías y vanos razonamientos, apoyados en las tradiciones de los hombres y en los elementos del mundo, y no en Cristo.