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Hechos 12:5 - Biblia Martin Nieto

Mientras Pedro estaba de este modo custodiado en la cárcel, la Iglesia oraba sin cesar por él a Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero, mientras Pedro estaba en la cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y mientras Pedro era custodiado en la cárcel, toda la Iglesia oraba incesantemente por él a Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía ferviente oración° a Dios por él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pedro, pues, estaba bajo custodia en la cárcel; pero en la Iglesia se hacían continuas oraciones a Dios en favor de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así que, Pedro era guardado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

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Hechos 12:5
12 Tagairtí Cros  

'Os aseguro que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre la tierra, cualquier cosa que pidan les será concedida por mi Padre celestial.


Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola:


Y tras reflexionar, se fue a casa de María, la madre de Juan, apellidado Marcos, donde había muchos reunidos y orando.


Lo prendió, lo encarceló y mandó que lo custodiasen cuatro piquetes de cuatro soldados, con intención de hacerlo comparecer ante el pueblo después de la pascua.


La misma noche en que Herodes iba a hacerlo comparecer, Pedro estaba dormido entre dos soldados, atado con cadenas; los centinelas montaban la guardia en la puerta de la cárcel.


Así, si un miembro sufre, con él sufren todos los miembros; si un miembro recibe una atención especial, todos los miembros se alegran.


con la ayuda de vuestra oración; si muchos piden a Dios por nosotros, muchos le darán gracias por los favores que nos concede.


Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo.


Confesaos los pecados unos a otros y rezad unos por otros, para que os curéis. La oración fervorosa del justo tiene un gran poder.