Elías repuso: 'Difícil cosa has ido a pedir. Con todo, si me ves cuando sea arrebatado de tu presencia, te será concedida; y si no, no lo será'.
Hechos 1:10 - Biblia Martin Nieto Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se iba, cuando se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, La Biblia Textual 3a Edicion Y mirando fijamente al cielo mientras Él se iba, se les presentaron dos varones con vestiduras blancas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Estaban ellos mirando atentamente al cielo mientras se iba cuando de pronto se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí dos varones en vestiduras blancas se pusieron junto a ellos; |
Elías repuso: 'Difícil cosa has ido a pedir. Con todo, si me ves cuando sea arrebatado de tu presencia, te será concedida; y si no, no lo será'.
Yo seguía observando: se instalaron unos tronos, y un anciano se sentó. Sus vestiduras eran blancas como la nieve; como lana pura el cabello de su cabeza; su trono era de llamas, con ruedas de fuego ardiente.
Y se transfiguró ante ellos. Su rostro brilló como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
Entraron en el sepulcro y, al ver a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, se asustaron.
Mientras ellas estaban desconcertadas por esto, se presentaron dos varones con vestidos deslumbrantes.
y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.
Hacia las tres de la tarde tuvo una visión, en la que vio claramente al ángel de Dios, que se le presentó y le dijo: '¡Cornelio!'.
Cornelio respondió: 'Hace cuatro días, justamente a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo orando en mi casa, cuando se presentó delante de mí un hombre con un vestido resplandeciente,
Pero tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado sus vestidos; ellas caminarán conmigo con vestiduras blancas, porque son dignas de ello.
Yo le respondí: 'Señor, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero.