Levantaos, marchad, no es hora de reposo. Por vuestra inmundicia provocáis la destrucción, y la destrucción será irreparable.
Hebreos 13:14 - Biblia Martin Nieto Porque no tenemos aquí abajo ciudad permanente, sino que buscamos la futura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro. Biblia Católica (Latinoamericana) sabiendo que no tenemos aquí una patria permanente, sino que andamos en busca de la futura. La Biblia Textual 3a Edicion Porque no tenemos aquí una ciudad que permanece, sino que buscamos la que está por venir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues no tenemos aquí ciudad permanente, sino que vamos buscando la futura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque no tenemos aquí ciudad permanente, mas buscamos la por venir. |
Levantaos, marchad, no es hora de reposo. Por vuestra inmundicia provocáis la destrucción, y la destrucción será irreparable.
Pues el peso momentáneo y ligero de nuestras penalidades produce, sobre toda medida, un peso eterno de gloria
De tal suerte que ya no sois extranjeros y huéspedes, sino que sois ciudadanos de los consagrados y miembros de la familia de Dios,
Nuestra patria está en los cielos, de donde esperamos al Salvador y Señor Jesucristo,
Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, a millares de ángeles, a la asamblea festiva,
Estas palabras: una vez más, indican que las cosas conmovidas serán cambiadas, porque son cosas creadas, para que subsistan aquellas que son inmutables.
Porque, de hecho, no sometió a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos.
Cristo, por el contrario, se presentó como sumo sacerdote de los bienes venideros, a través de un tabernáculo más santo y más perfecto, no hecho por mano de hombre, es decir, no de esta creación,
Se acerca el fin de todas las cosas. Sed sobrios y dedicaos a la oración.
Al vencedor le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén, que baja del cielo de junto a mi Dios- y mi nombre nuevo.