Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
Hebreos 12:7 - Biblia Martin Nieto El castigo que soportáis os sirve para educaros. Dios os trata como a hijos. ¿Hay algún hijo que no sea corregido por su padre? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Biblia Nueva Traducción Viviente Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre? Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes sufren, pero es para su bien, y Dios los trata como a hijos: ¿a qué hijo no lo corrige su padre? La Biblia Textual 3a Edicion Permaneced bajo la disciplina, pues Dios os está tratando como a hijos; porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Para corrección vuestra estáis soportando esto. Dios os trata como a hijos. ¿Y qué hijo hay a quien su padre no corrija? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si soportáis el castigo, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga? |
Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
Su padre no le había reprendido en su vida, ni le había pedido cuentas de lo que hacía. Era de aspecto muy gallardo, y había nacido después de Absalón.
El que no usa la vara odia a su hijo, pero el que le ama le prodiga la corrección.
Castiga a tu hijo mientras hay esperanza, pero no te excedas hasta matarlo.
La necedad va ligada al corazón del niño, pero la vara de la corrección la aleja de él.
La vara y la corrección dan sabiduría, el muchacho consentido es la vergüenza de su madre.
animando a los discípulos, exhortándolos a permanecer en la fe y diciéndoles que tenemos que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.
Y si el Señor nos castiga, es para corregirnos y para que no seamos condenados con el mundo.
Reconoce en tu corazón que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre lo hace con su hijo.
¿por qué profanáis los sacrificios y las ofrendas que yo he mandado, y tienes en mayor estima a tus hijos que a mí, tomando para vosotros lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel?
Te servirá de señal lo que sucederá a tus dos hijos, Jofní y Fineés: morirán los dos en el mismo día.
Dile que yo condeno a su casa para siempre, porque él sabía que sus hijos maldecían a Dios y no los corrigió.