Hebreos 10:23 - Biblia Martin Nieto Mantengamos firmemente la esperanza que profesamos, pues el que ha prometido es fiel; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Biblia Nueva Traducción Viviente Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. Biblia Católica (Latinoamericana) Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. La Biblia Textual 3a Edicion Mantengamos sin fluctuar la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mantengamos firme la profesión de la esperanza, porque el que prometió es fiel; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió; |
Dios es fiel y él os ha llamado a vivir en unión con su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
No os ha llegado ninguna prueba insuperable. Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla.
Al darles esta ayuda, ellos alabarán a Dios, pues comprueban que obedecéis al evangelio de Cristo, ya que demostráis tener una generosa solidaridad con ellos y con todos.
Pero el Señor sí es de fiar; él os fortalecerá y os defenderá del maligno.
basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no puede mentir, prometió esa vida desde la eternidad;
Por la fe recibió también Sara el poder de concebir, fuera de la edad propicia, porque creyó; en la fidelidad de aquel que se lo había prometido.
Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,
Porque hemos llegado a ser partícipes de Cristo, si seguimos manteniendo inquebrantable hasta el fin nuestra fe inicial.
Cristo, por el contrario, lo ha sido en calidad de Hijo, al frente de su casa. Y su casa somos nosotros, con tal que permanezcamos inquebrantables hasta el fin, confesando valientemente nuestra fe y confiados en la esperanza que tenemos.
Puesto que tenemos un sumo sacerdote extraordinario, que ha penetrado en los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, permanezcamos firmes en la fe que profesamos.
para que por estas dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos mayor ánimo los que nos refugiamos en la adhesión firme de la esperanza a la que estamos destinados;
Pero que pida con confianza, sin dudar nada; porque el que duda es semejante a las olas del mar, agitadas por el viento y llevadas de una parte a otra.
Mi venida está próxima; guarda bien lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.