Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
Hebreos 1:5 - Biblia Martin Nieto En efecto, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios alguna vez: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy; y además: Yo seré su Padre, y él será mi Hijo? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Dios nunca le dijo a ningún ángel lo que le dijo a Jesús: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre». Dios también dijo: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo». Biblia Católica (Latinoamericana) En efecto, ¿a qué ángel le dijo Dios jamás: Tú eres mi Hijo, yo te he dado la vida hoy? ¿Y de qué ángel dijo Dios: Yo seré para él un Padre y él será para mí un Hijo? La Biblia Textual 3a Edicion Porque ¿a cuál de los ángeles dijo° jamás: Mi hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy;° Y otra vez: Yo seré su Padre, y Él será mi hijo?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado yo? ¿O también: Yo seré su padre y él será mi hijo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a Él Padre, y Él me será a mí Hijo? |
Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
yo seré para él un padre y él será para mí un hijo; no retiraré de él mi favor, como lo retiré de tu antecesor.
Él edificará un templo a mi nombre; será para mí un hijo y yo seré para él un padre, y afirmaré su trono real sobre Israel para siempre.
Me ha dicho: Tu hijo Salomón construirá mi templo y mis atrios, pues lo he elegido como hijo y yo seré un padre para él.
Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.
Dios la ha cumplido en nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, según está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Así también Cristo no se atribuyó la gloria de constituirse sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.