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Génesis 47:14 - Biblia Martin Nieto

José iba reuniendo todo el dinero que había en Egipto y Canaán a cambio del grano que le compraban, y lo iba depositando en la casa del Faraón.

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Biblia Reina Valera 1960

Y recogió José todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

José, al vender el grano a la población, con el tiempo, obtuvo todo el dinero que había en Egipto y en Canaán, y lo depositó en la tesorería del faraón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces José acaparó toda la plata que había en la tierra de Egipto y de Canaán, a cambio del trigo que compraban, y llevó toda esa plata al palacio de Faraón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así pues, José recogió toda la plata que se halló en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por el grano que le compraban, e ingresó José la plata en la casa de Faraón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

José llegó a hacerse con todo el dinero de la tierra de Egipto y del país de Canaán a cambio del grano que ellos le compraban, e ingresaba el dinero en la casa del Faraón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y recogió José todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón.

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Génesis 47:14
8 Tagairtí Cros  

José, viendo que el hambre se había extendido por todo el país, abrió los graneros y vendía a los egipcios; el hambre se iba agravando más y más en Egipto.


De todos los países venían a Egipto a comprar trigo a José, porque el hambre se había endurecido por toda la tierra.


En Egipto y Canaán se acabó el dinero. Todos los egipcios se llegaron a José diciéndole: 'Danos pan; ¿es que vamos a morir ante tus ojos porque no tenemos ya dinero?'.


El que acapara el trigo es maldecido por el pueblo, pero caen bendiciones sobre la cabeza del que lo vende.


Ahora bien, lo que se pide a los administradores es que sean fieles.


Que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios;