Labán le dijo: '¡Si he hallado gracia a tus ojos, quédate! He adivinado que el Señor me ha bendecido gracias a ti'.
Génesis 31:38 - Biblia Martin Nieto He estado veinte años contigo y nunca tus ovejas ni tus cabras han abortado. Jamás he comido un carnero de tus rebaños. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente »Durante veinte años he estado contigo, cuidando de tus rebaños. En todo ese tiempo, tus ovejas y tus cabras nunca abortaron. En todos esos años, nunca tomé ni un solo carnero tuyo para comérmelo. Biblia Católica (Latinoamericana) En veinte años que llevo contigo, tus ovejas y tus cabras no han malparido, y nunca he comido ni un cordero de tus rebaños. La Biblia Textual 3a Edicion En estos veinte años he estado contigo, tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carneros de tu rebaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mira, he pasado veinte años contigo; tus ovejas y tus cabras no abortaron, y no me he comido los corderos de tu rebaño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estos veinte años he estado contigo: tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí los carneros de tu rebaño. |
Labán le dijo: '¡Si he hallado gracia a tus ojos, quédate! He adivinado que el Señor me ha bendecido gracias a ti'.
Jacob respondió: 'Tú sabes cómo te he servido y lo que, gracias a mí, ha llegado a ser tu ganado.
Poco, realmente, era lo que tenías antes de mi venida, mientras que ahora ha aumentado grandemente bajo mi dirección y el Señor te ha bendecido. Pero ¿cuándo podré hacer yo también algo por mi casa?'.
Sucedió que al tiempo en que las ovejas se encelaban, yo levanté los ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las ovejas eran todos manchados y rayados.
Has registrado todos mis enseres, y ¿qué has encontrado de las cosas de tu casa? Ponlo aquí delante de nuestros hermanos y que ellos juzguen entre nosotros dos.
Nunca te he traído los animales desgarrados por las fieras; yo pagaba el daño de mi bolsillo; lo robado, tanto de noche como de día, tú me lo reclamabas.
En tu tierra no habrá mujer que aborte, ni mujer estéril: colmaré el número de tus días.
Bendito será el fruto de tus entrañas, el producto de tu suelo y los partos de tus vacas y rebaños.