Génesis 31:34 - Biblia Martin Nieto pero ésta había tomado los ídolos y los había escondido debajo de la albarda del camello, sentándose encima de ellos. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no los encontró. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló. Biblia Nueva Traducción Viviente pero Raquel había tomado los ídolos y los había escondido en la montura de su camello, y estaba sentada encima de ellos. Cuando Labán terminó de buscar en cada rincón de la carpa sin encontrarlos, Biblia Católica (Latinoamericana) pero Raquel había tomado los ídolos familiares y colocándolos debajo de la montura del camello se sentó encima mientras Labán registraba toda su tienda y no encontraba nada. La Biblia Textual 3a Edicion pero Raquel ya había tomado los ídolos y los había metido debajo de la albarda del camello, y se había sentado encima de ellos. Labán pues rebuscó por toda la tienda, pero no los halló. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Raquel había tomado los terafim, los había colocado en la albarda del camello y se había sentado encima. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no halló nada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó Raquel los ídolos, y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán por toda la tienda pero no los halló. |
Mientras Labán se había ido al esquileo de sus ovejas, Raquel robó los ídolos familiares a su padre.
Labán entró en la tienda de Jacob, en la de Lía y en las de las esclavas, pero no encontró nada. Pasó luego a la de Raquel;
Raquel le dijo: 'No se enfade mi señor si no puedo levantarme ante él, pues tengo lo que es habitual en las mujeres'. Así él buscó y rebuscó, pero no pudo encontrar sus ídolos.
Porque los israelitas permanecerán mucho tiempo sin rey, sin príncipe, sin sacrificios, sin estelas, sin efod y sin ídolos familiares.
Él respondió: '¿Me habéis robado el dios que me había hecho y el sacerdote y me habéis dejado sin nada, y todavía me preguntáis qué me pasa?'.
La desobediencia es un pecado de magia, y la resistencia, un crimen de idolatría. Porque has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza a ti como rey'.