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Génesis 19:4 - Biblia Martin Nieto

No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, jóvenes y ancianos, todo el pueblo sin excepción, cercaron la casa.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

pero antes de que se fueran a dormir, todos los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como mayores, llegaron de todas partes de la ciudad y rodearon la casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!

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La Biblia Textual 3a Edicion

Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas,° rodearon la casa: jóvenes y ancianos, toda la población, hasta el último.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No se habían acostado todavía, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa, jóvenes y viejos, todo el pueblo sin excepción.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.

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Génesis 19:4
12 Tagairtí Cros  

Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y grandes pecadores contra el Señor.


El Señor dijo: 'Las quejas contra Sodoma y Gomorra son muy grandes, y su pecado, muy grave.


Toda la comunidad de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto


No vayas tras la multitud para hacer el mal ni declares en un pleito inclinándote a la mayoría, violando la justicia.


Porque ellos no duermen tranquilos si no perpetran algún delito, el sueño les falta si no arrastran a alguno a la ruina.


el corazón que trama designios perversos, los pies que corren presurosos al delito,


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Sólo emplean las manos para hacer el mal: los funcionarios exigen recompensas, los jueces se dejan sobornar por regalos, los poderosos manifiestan sus ambiciones.


Veloces son sus pies para derramar sangre,


Cuando más contentos estaban, unos hombres pervertidos de la ciudad empezaron a dar golpes a la puerta y a decir al anciano dueño de la casa: 'Sácanos al hombre que ha entrado en tu casa para que abusemos de él'.