Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
Filipenses 2:5 - Biblia Martin Nieto Procurad tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, Biblia Nueva Traducción Viviente Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: La Biblia Textual 3a Edicion Considerad° entre vosotros lo que hubo también en Jesús el Mesías, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Haya, pues, en vosotros la misma mente que hubo también en Cristo Jesús; |
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
En efecto, ¿quién es más grande, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pues bien, yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.
En todo os he mostrado que se debe trabajar así para socorrer a los necesitados, recordando las palabras de Jesús, el Señor: 'Hay más felicidad en dar que en recibir''.
Porque si por comer de algo haces daño a tu hermano, ya no te guías por el amor. Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo ha muerto.
Porque Cristo no buscó lo que le agradaba, como dice la Escritura: Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.
Y Dios, que da la paciencia y el consuelo, os conceda vivir en armonía unos con otros a ejemplo de Jesucristo,
haced en todo como yo, que me esfuerzo en complacer a todos en todo, no buscando mi interés, sino el de los demás, para que se salven.
Vivid en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros a Dios como ofrenda y sacrificio de olor agradable.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los cristianos que viven en Filipos con sus obispos y diáconos.
Más aún, ésta es vuestra vocación, pues también Cristo sufrió por vosotros, y os dejó ejemplo para que sigáis sus pasos.
Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.
En esto sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que está unido debe comportarse como él se comportó.