Yo os dispersaré como una paja arrebatada por el viento del desierto.
Ezequiel 5:2 - Biblia Martin Nieto Cuando se cumplan los días del asedio, quemarás al fuego una tercera parte en medio de la ciudad, otra tercera parte la cortarás a espada en sus alrededores y la otra la esparcirás al viento, mientras que yo desenvainaré la espada detrás de ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio; y tomarás una tercera parte y la cortarás con espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Coloca una tercera parte del cabello en el centro del mapa que hiciste de Jerusalén. Después de representar el ataque a la ciudad, quémalo allí. Esparce otra tercera parte del cabello por todo el mapa y córtalo con una espada. Arroja la otra tercera parte al viento, porque yo esparciré a mi pueblo con la espada. Biblia Católica (Latinoamericana) Quemarás un tercio en medio de la ciudad sitiada. Tomarás otro tercio que irás golpeando con la espada alrededor de la ciudad, y tirarás al viento el último tercio; yo accionaré la espada detrás de ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Un tercio lo quemarás a fuego en medio de la ciudad cuando termine el asedio, un tercio lo sacudirás con la espada en torno a la ciudad, y un tercio lo esparcirás al viento, porque desenvainaré la espada tras ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 a una tercera parte le prenderás fuego en medio de la ciudad cuando se cumplan los días del asedio; tomarás luego otra tercera parte, y la cortarás con la espada alrededor de la ciudad; la otra tercera parte la esparcirás al viento, y entonces yo desenvainaré la espada tras de ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Una tercera parte quemarás con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplieren los días del sitio, y tomarás una tercera parte, y herirás con espada alrededor de ella; y una tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos. |
Yo os dispersaré como una paja arrebatada por el viento del desierto.
Y si te dicen: ¿Adónde vamos a ir?, les responderás: Esto dice el Señor: ¡Quien está destinado a la peste, a la peste; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; quien al cautiverio, al cautiverio!
Los convertiré en objeto de horror para todos los reinos de la tierra; oprobio, chisme, escarnio y maldición en todos los países en que los arroje.
'Esto dice el Señor: El que se quede en la ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero el que se entregue a los caldeos vivirá. Su propia vida será su botín; sí, vivirá.
El año noveno de Sedecías, rey de Judá, en el mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén y la cercó.
El año undécimo de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, fue abierta una brecha en la ciudad.
Los dispersaré entre las naciones que no conocieron ni ellos ni sus padres y enviaré tras ellos la espada hasta exterminarlos'.
'Ea, llamad a las plañideras, mandadles venir; escoged a las más hábiles; que vengan
Esparciré a todos los vientos a su séquito, su guardia y sus servidores, y desenvainaré la espada detrás de ellos.
Los mejores soldados de todos sus escuadrones caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo, el Señor, he hablado'.
Los padres devorarán a sus hijos en medio de ti, y los hijos devorarán a sus padres. Ejecutaré contra ti la sentencia y esparciré a todos los vientos lo que aún quede de ti.
Un tercio de tus habitantes morirá de peste y se consumirá de hambre en medio de ti, otro tercio caerá a cuchillo en tus alrededores y el otro lo esparciré yo a todos los vientos, desenvainando detrás de ellos la espada.
Después tomarás un pequeño número de entre éstos y los atarás al vuelo de tu manto;
A vosotros os dispersaré entre las naciones y os perseguiré con la espada desenvainada. Vuestra tierra será una desolación y vuestras ciudades un montón de ruinas.
si van cautivos delante de sus enemigos, ordenaré a la espada que los mate; yo pondré mis ojos sobre ellos para su mal y no para su bien.
Entonces en todo el país -palabra del Señor- dos terceras partes perecerán, y quedará la otra tercera parte.