Yo abrí la boca, y me hizo tragar el libro.
Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo.
Así que abrí la boca y él me dio a comer el rollo.
Abrí la boca para que me hiciera comer ese rollo,
Abrí pues mi boca, y me hizo comer ese rollo,
Yo abrí entonces la boca y él me dio a comer aquel rollo.
Y abrí mi boca, y Él me hizo comer aquel rollo.
Tomé la copa de la mano del Señor y se la di a beber a todas las naciones a las que el Señor me había mandado:
Por eso, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre'.
Entonces me dijo: 'Hijo de hombre, aliméntate y sáciate de este libro que yo te doy'. Yo lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
Yo no fui desobediente, oh rey Agripa, a la visión celeste,