El Señor dijo a Moisés: 'Preséntate al Faraón, porque yo he endurecido su corazón y el de sus servidores para realizar en medio de ellos mis prodigios,
Éxodo 9:12 - Biblia Martin Nieto Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir al pueblo, como había dicho el Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y tal como el Señor había dicho a Moisés, el faraón se negó a escuchar. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé mantuvo a Faraón en su ceguera, y éste no quiso escuchar a Moisés y a Aarón, tal como él lo había advertido. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH endureció el corazón de Faraón y no los escuchó, según YHVH había predicho a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Endureció Yahveh el corazón del Faraón y éste no los escuchó, tal y como lo había predicho Yahveh a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho a Moisés. |
El Señor dijo a Moisés: 'Preséntate al Faraón, porque yo he endurecido su corazón y el de sus servidores para realizar en medio de ellos mis prodigios,
Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir a los israelitas.
Y Moisés y Aarón habían realizado todos estos prodigios en presencia del Faraón. Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir de su país a los israelitas.
El Señor endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, que persiguió a los israelitas que habían partido con la frente alta.
El Señor le dijo: 'En el camino hacia Egipto recuerda los prodigios que he puesto en tu mano y que tienes que hacer delante del Faraón. Yo endureceré su corazón de modo que no dejará salir al pueblo.
El Faraón no os escuchará. Pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré de aquí a mis ejércitos, a mi pueblo, los israelitas, haciendo justicia.
El Faraón mandó a ver, y del ganado de los israelitas no había muerto ni uno solo. Pero el corazón del Faraón siguió endurecido y no dejó salir al pueblo.
Les has cegado sus ojos y has embotado su mente para que sus ojos no vean ni su mente comprenda; así no podrán convertirse ni yo los tendré que sanar.
Así pues, tiene misericordia de quien quiere, y a quien quiere le endurece el corazón.
Porque el Señor había decretado que todas estas ciudades endureciesen su corazón para que combatiesen contra los israelitas; y los israelitas los exterminaron por completo y sin piedad, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.