Éxodo 39:21 - Biblia Martin Nieto Sujetaron el pectoral, uniendo sus anillos a los anillos del efod con un cordón de púrpura violeta para que quedase sujeto por encima del cinturón del efod y no se desprendiese de él, como el Señor había mandado a Moisés. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod y no se separase el pectoral del efod, como Jehová lo había mandado a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Después sujetaron con cordones azules los anillos inferiores del pectoral a los anillos del efod. De este modo, el pectoral quedaba firmemente unido al efod por encima de la faja decorativa. Todo se realizó tal como el Señor le había ordenado a Moisés. Biblia Católica (Latinoamericana) y fijaron el Pectoral uniéndolo por sus anillos a los anillos del Efod para sostenerlo encima del cinturón del Efod, con un cordón de púrpura violeta, para que quedara el Pectoral sobre el cinturón del Efod y no se desprendiera, como Yavé había mandado a Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviera sobre el cinto del efod, y el pectoral no se separara del efod, tal como YHVH había ordenado a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ataron el pectoral por sus anillas a las anillas del efod con cinta de púrpura violeta, de modo que el pectoral quedara sobre el cinturón del efod y para que el pectoral no pudiera separarse de él, como lo había mandado Yahveh a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ataron el pectoral de sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviera sobre el cinto del mismo efod, y no se apartara el pectoral del efod; como Jehová lo había mandado a Moisés. |
El cinturón, para sujetarlo por encima formando una sola pieza con él, será del mismo trabajo: oro, púrpura violeta, escarlata y carmesí, y lino fino trenzado.
Y otros dos anillos más, de oro, que colocaron en las hombreras del efod en su parte inferior delantera, a ras de la juntura, por encima del cinturón del efod.
Luego dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios, más fuerte que los hombres.
Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes;