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Éxodo 28:17 - Biblia Martin Nieto

Engastarás en él piedras preciosas en cuatro filas: en la primera, un sardonio, un topacio y una esmeralda;

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Biblia Reina Valera 1960

y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Incrusta sobre el pectoral cuatro hileras de piedras preciosas. La primera hilera tendrá una cornalina roja, un peridoto de color verde pálido y una esmeralda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Colocarás en él cuatro filas de piedras preciosas. En la primera estarán la piedra sárdica, el topacio y la esmeralda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y lo engarzarás en engastes de pedrería, cuatro hileras de piedras: una hilera con un rubí, un topacio, y una esmeralda. Es la primera hilera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo adornarás de pedrería engastada en cuatro filas. Un rubí, un topacio y una esmeralda en la primera fila;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y lo llenarás de pedrería con cuatro hileras de piedras. La primera hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; esta será la primera hilera.

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Éxodo 28:17
15 Tagairtí Cros  

Grabarás en ellas los nombres de los israelitas, como lo hace un lapidario, como se graban los sellos, y las encajarás en engarces de oro.


Será cuadrado y doble, de veintidós centímetros de lado.


en la segunda, un rubí, un zafiro y un diamante;


Tomarás dos piedras de ónice, en las que grabarás los nombres de los israelitas.


Hay oro y abundancia de perlas, pero el objeto más precioso son los labios instruidos.


Es más preciosa que las perlas, y todos los tesoros que puedas desear no la igualan.


Una mujer perfecta, ¿quién la encontrará? Vale mucho más que las perlas.


porque la sabiduría vale más que las perlas, y todos los objetos preciosos no la igualan.


Más que la nieve sus príncipes brillaban, eran más blancos que la leche; más rojo que el coral era su cuerpo, su aspecto era de zafiro.


En Edén, jardín de Dios, vivías. Innumerables piedras preciosas adornaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, carbunclo y esmeralda; de oro era el borde de tu manto, de oro las incrustaduras, todo a punto desde el día en que fuiste creado.


Ellos constituirán -dice el Señor todopoderoso- mi propiedad en el día aquel que yo preparo; sí, los perdonaré como un hombre perdona a su hijo que le sirve.