Por no estar vosotros allí la primera vez, el Señor, nuestro Dios, nos castigó, porque no le consultamos como es debido'.
Éxodo 19:22 - Biblia Martin Nieto Que se santifiquen también los sacerdotes que se acercan al Señor, para que el Señor no arremeta contra ellos'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago. Biblia Nueva Traducción Viviente Incluso los sacerdotes que se acercan al Señor con regularidad deben purificarse para que el Señor no arremeta contra ellos y los destruya. Biblia Católica (Latinoamericana) Que también los sacerdotes que se acercan a Yavé se santifiquen, no sea que Yavé los deje tendidos en el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Y santifíquense también los sacerdotes que se acercan a YHVH, para que YHVH no haga estrago entre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También deberán purificarse los sacerdotes que se acerquen a Yahveh, no sea que Yahveh irrumpa contra ellos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también los sacerdotes que se acercan a Jehová, se santifiquen, para que Jehová no haga en ellos estrago. |
Por no estar vosotros allí la primera vez, el Señor, nuestro Dios, nos castigó, porque no le consultamos como es debido'.
Inmolaron el cordero pascual el día catorce del segundo mes. Llenos de vergüenza, los sacerdotes y los levitas se purificaron y ofrecieron holocaustos en el templo del Señor.
ya que no se había podido celebrar a su debido tiempo, puesto que los sacerdotes no se habían purificado en número suficiente y el pueblo no se había reunido en Jerusalén.
Y el Señor dijo a Moisés: 'Baja de nuevo y sube luego con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir hacia el Señor, pues arremetería contra ellos'.
Si escucháis atentamente mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra;
Mandó a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos como sacrificios de reconciliación en honor del Señor.
¡Fuera, fuera, salid de allí; no toquéis nada impuro, salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los vasos del Señor!
Estarán consagrados a su Dios y no profanarán su nombre, pues son ellos los que presentan las ofrendas al Señor, alimento de su Dios; estarán en estado de santidad.
Dirás al pueblo: Santificaos para mañana y comeréis carne, ya que os habéis quejado a los oídos del Señor, diciendo: ¡Quién nos diera carne para comer! ¡Estábamos mejor en Egipto! Pues bien, el Señor os dará carne para comer.
Cayó fulminantemente a los pies de él y expiró. Los jóvenes entraron, la encontraron muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido.
Ananías, al oír estas palabras, cayó muerto. Y cuantos lo supieron se llenaron de miedo.