tú hiciste brotar manantiales y torrentes y secaste los ríos inagotables.
Éxodo 17:5 - Biblia Martin Nieto Y el Señor dijo a Moisés: 'Pasa delante del pueblo, toma contigo algunos ancianos de Israel, lleva en la mano el bastón con el que golpeaste el Nilo, y vete. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo a Moisés: —Pasa por delante del pueblo; toma tu vara, la que usaste para golpear las aguas del Nilo, y llama a algunos ancianos de Israel para que te acompañen. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé respondió a Moisés: 'Preséntate al pueblo, lleva contigo algunos jefes de Israel, lleva también en tu mano el bastón con que golpeaste el río Nilo. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH dijo a Moisés: Pasa al frente del pueblo y toma contigo de entre los ancianos de Israel, y toma también en tu mano la vara con la que golpeaste el Nilo, y anda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh dijo a Moisés: 'Pasa por delante del pueblo y lleva contigo algunos de los ancianos de Israel; toma en tu mano el cayado con el cual golpeaste el Nilo, y vete. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve. |
tú hiciste brotar manantiales y torrentes y secaste los ríos inagotables.
Tú alza tu bastón, extiende la mano sobre el mar y divídelo para que los israelitas pasen por medio del mar en seco.
'Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he visto lo que se os hace en Egipto.
Ellos escucharán tu voz. Tú con los ancianos de Israel irás al rey de Egipto y le diréis: El Señor, Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; déjanos ir a tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.
Y tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. No temas, aunque te encuentres entre cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras ni te asustes de sus miradas, porque no son más que una raza de rebeldes.