Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Ester 8:6 - Biblia Martin Nieto

Pues ¿cómo podría yo ver las desventuras que esperan a mi pueblo y la desaparición de mi raza?'.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver la destrucción de mi nación?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues, ¿cómo podría soportar ver a mi pueblo y a mi familia ser masacrados y destruidos?

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Cómo podría yo presenciar la desgracia que va a caer sobre mi pueblo? ¿Cómo podría presenciar la destrucción de mi raza?»

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque, ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Y cómo podré contemplar la destrucción de mi parentela?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque, ¿cómo podré yo contemplar la desgracia que va a caer sobre mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver el exterminio de mi raza?'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque ¿cómo podré yo ver el mal que vendrá sobre mi pueblo? ¿Y cómo podré yo ver la destrucción de mi gente?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Ester 8:6
9 Tagairtí Cros  

¡Cómo podría yo volver a mi padre sin el muchacho! ¡Yo no puedo ver la desgracia que afligiría a mi padre!'.


dije al rey: 'Oh rey, vive eternamente. ¿Cómo no he de estar triste, cuando la ciudad donde están las tumbas de mis padres está destruida y sus puertas consumidas por el fuego?'.


pues yo y mi pueblo estamos condenados al exterminio, a la matanza, al aniquilamiento. Si al menos se hubiese tratado de vendernos como esclavos o esclavas, callaría; pero el enemigo no podrá compensar los daños al rey'.


El trece de adar, duodécimo mes del año, día en que los enemigos de los judíos esperaban apoderarse de ellos, ocurrió lo contrario, y fueron los judíos los que se apoderaron de sus enemigos.


¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra.


¡Quién me brindara en el desierto un albergue de ambulantes! Abandonaría entonces a mi pueblo; me alejaría de él, porque son todos adúlteros, una pandilla de traidores.


Hermanos, el buen deseo de mi corazón y la súplica que dirijo a Dios es que consigan su salvación.