Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo, que los llevará cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana;
Eclesiastés 7:20 - Biblia Martin Nieto No hay hombre justo en la tierra que haga el bien sin pecar nunca. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Biblia Nueva Traducción Viviente No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque. Biblia Católica (Latinoamericana) No hay en la tierra ningún hombre lo bastante justo como para hacer el bien sin nunca pecar. La Biblia Textual 3a Edicion Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por cierto, no existe en la tierra hombre tan justo que haga el bien y nunca peque. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. |
Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo, que los llevará cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana;
Cuando pequen contra ti, pues no hay hombre que no peque, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo que los llevará cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana,
Pues -te respondo- en esto te equivocas, ya que Dios es muy superior al hombre.
Todos están descarriados, en masa pervertidos, no hay nadie que obre bien, ni uno solo.
Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes; cada cual siguiendo su propio camino. Y el Señor ha hecho recaer sobre él la perversidad de todos nosotros.
No hubo nadie que invocara tu nombre, que despertara para apoyarse en ti, pues tú habías escondido tu rostro de nosotros y nos habías dejado a merced de nuestras iniquidades.
el sacerdote las examinará; si las manchas que hay sobre la piel son de un color blancuzco, se trata de eczema que ha brotado en la piel; el enfermo es puro'.
Todos faltamos de muchas maneras. Si uno no falta en las palabras, es un hombre perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo.
se levantó de la mesa encendido en cólera y no tomó alimento alguno el segundo día de la nueva luna, porque estaba apenado por David, ya que su padre lo había ultrajado.