Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Daniel 9:10 - Biblia Martin Nieto

y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios; no hemos procedido conforme a las leyes que él nos dio por medio de sus siervos los profetas.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

No hemos obedecido al Señor nuestro Dios, porque no hemos seguido las instrucciones que nos dio por medio de sus siervos, los profetas.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No obedecimos a Yavé nuestro Dios, no caminamos según sus leyes que puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

y no obedecimos la voz de YHVH nuestro Dios, para andar en sus leyes que Él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y no escuchamos la voz de Yahveh, nuestro Dios, que nos mandaba caminar según las leyes que nos dio por medio de sus siervos los profetas.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales Él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Daniel 9:10
8 Tagairtí Cros  

porque no habían obedecido al Señor, su Dios, habían quebrantado su alianza y no habían cumplido lo que les había ordenado Moisés, siervo del Señor.


Les responderás: Porque vuestros padres me abandonaron y no observaron mi ley.


Ellos entraron y tomaron posesión de ella; pero luego no escucharon tu voz ni caminaron según tu ley; no hicieron nada de cuanto les habías ordenado, y por eso has traído contra ellos toda esta desventura.


No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.


Dios, después de haber hablado muchas veces y en diversas formas a nuestros padres por medio de los profetas,