Palabra que el Señor dirigió a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, con todos los reinos de la tierra sometidos a su imperio y a todos los pueblos, atacaban a Jerusalén y a todas sus ciudades.
Daniel 2:38 - Biblia Martin Nieto y en cuyas manos ha dejado a los hombres, las bestias del campo y los pájaros del cielo dondequiera que habiten, y a quien ha hecho soberano sobre todos ellos, tú eres la cabeza de oro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios lo ha puesto como gobernante sobre todo el mundo habitado y le ha dado dominio aun sobre las aves y los animales salvajes. Usted es la cabeza de oro. Biblia Católica (Latinoamericana) El puso en tus manos los hombres, los animales del campo y los pájaros del cielo, te hizo su dueño doquiera ellos vivan. La cabeza de oro eres tú. La Biblia Textual 3a Edicion Y dondequiera habitan los hombres, las bestias del campo y las aves de los cielos, Él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo: ¡Tú eres esa cabeza de oro! Biblia Serafín de Ausejo 1975 En tus manos ha puesto a los hijos de los hombres, a las bestias del campo y a las aves del cielo en cualquier lugar donde moren y te ha hecho soberano de todos ellos. Tú eres la cabeza de oro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todo lo que habitan los hijos de los hombres, bestias del campo y aves del cielo, Él los ha entregado en tu mano, y te ha dado dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. |
Palabra que el Señor dirigió a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército, con todos los reinos de la tierra sometidos a su imperio y a todos los pueblos, atacaban a Jerusalén y a todas sus ciudades.
El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses.
Su cabeza era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce;
Después de ti surgirá otro imperio de plata inferior al tuyo, y luego un tercer imperio, de bronce, que tendrá el dominio de toda la tierra.
cuyo follaje era hermoso y abundantes los frutos, suficientes para alimentar a todos, bajo el cual se cobijaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban los pájaros del cielo,
Oh rey, el Dios altísimo dio a tu padre Nabucodonosor el reino, el poder, la majestad y la gloria;
La primera era como un león con alas de águila. Vi que le arrancaron las alas, la levantaron de la tierra y la incorporaron como un hombre y le dieron un corazón humano.