Apocalipsis 6:5 - Biblia Martin Nieto Cuando el cordero abrió el tercer sello, oí gritar al tercer ser viviente: Ven. Y vi aparecer un caballo negro, cuyo jinete tenía en la mano una balanza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que el tercer ser viviente decía: «¡Ven!». Levanté la vista y vi un caballo negro, y el jinete llevaba una balanza en la mano. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: 'Ven. Esta vez el caballo era negro; el que lo montaba tenía una balanza en la mano. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ¡Sal! Y miré, y he aquí un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en su mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: 'Ven'. Miré y apareció un caballo negro; su jinete tenía una balanza en la mano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano. |
El alimento que comerás será el de un cuarto de kilo para todo el día.
Y añadió: 'Hijo de hombre, mira, voy a retirar a Jerusalén los víveres: comerán el pan a peso y con ansiedad, y beberán el agua a medida y con angustia,
Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos.
El primer carro estaba tirado por caballos rojos, el segundo por caballos negros,
Los carros tirados por caballos rojos salen para el este, los negros para el norte, los blancos para el oeste y los rojizos para el sur.
Se levantarán pueblos contra pueblos y reinos contra reinos; habrá hambre y terremotos en diversos lugares.
Uno de los ancianos me dijo: Deja de llorar, que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; él abrirá el libro y sus siete sellos.
Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.
Tuve una visión en el momento en que el cordero abrió el primero de los siete sellos. Oí al primero de los cuatro seres vivientes, que gritaba como con una voz de trueno: Ven.