¿No decían las gentes de mi tienda: 'Quién no ha quedado saciado en su mesa'?
Apocalipsis 17:16 - Biblia Martin Nieto Los diez cuernos que has visto y la bestia odiarán a la prostituta, la despojarán de sus vestiduras toda desnuda, comerán sus carnes y la quemarán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; Biblia Nueva Traducción Viviente Tanto la bestia escarlata como sus diez cuernos odian a la prostituta. La desnudarán, comerán su carne y quemarán con fuego lo que quede de ella. Biblia Católica (Latinoamericana) Los diez cuernos y la misma bestia planearán maldades contra la prostituta, la arruinarán y la dejarán desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego. La Biblia Textual 3a Edicion Y los diez cuernos que viste, y la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda, y devorarán sus carnes, y a ella la quemarán con fuego; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los diez cuernos que has visto y la bestia odiarán a la prostituta y la dejarán despojada y desnuda; comerán sus carnes y la abrasarán con fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la harán desolada y desnuda; y comerán sus carnes, y la quemarán con fuego; |
¿No decían las gentes de mi tienda: 'Quién no ha quedado saciado en su mesa'?
Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
Después de ésta apareció otra bestia, la segunda, semejante a un oso; iba levantada de un lado y tenía tres costillas en las fauces entre sus dientes; y le dijeron: ¡Ea, devora mucha carne!
Si la hija de un sacerdote se deshonra y se hace prostituta, deshonra también a su padre; será quemada viva'.
Otra señal apareció en el cielo: un dragón color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos; sobre sus cabezas, siete diademas;
El sexto vertió su copa sobre el río grande, el Éufrates, y sus aguas se secaron, dejando paso libre a los reyes del oriente.
Son también siete reyes, de los cuales cinco han caído, uno vive y el otro no ha venido aún, pero cuando venga durará poco tiempo.
Y echándose polvo en sus cabezas, gritaban; y llorando y lamentándose, decían: ¡Ay, ay de la gran ciudad, que con su opulencia enriqueció a cuantos tenían naves en el mar, y en un momento ha sido desolada!
por eso en un solo día lloverán sobre ella las plagas, la muerte, el duelo y el hambre; ella será consumida por el fuego, porque es un poderoso señor el Dios que la ha condenado.
para que comáis la carne de los reyes, la carne de los generales, la carne de los valerosos, la carne de los caballos y de sus jinetes, la carne de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes'.