Pero el pueblo se estuvo callado y no le respondió palabra, pues ésta era la orden del rey: 'No le respondáis'.
Amós 5:13 - Biblia Martin Nieto Por eso el prudente calla en este tiempo, porque es tiempo de desgracia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que los que son listos permanecerán con la boca cerrada, porque es un tiempo malo. Biblia Católica (Latinoamericana) Por esto, el hombre prudente tiene que callarse, pues estamos pasando días infelices. La Biblia Textual 3a Edicion (Mientras que el prudente calla ante todo eso, Pues son tiempos peligrosos). Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, el prudente se calla en esta hora, porque es hora de infortunio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. |
Pero el pueblo se estuvo callado y no le respondió palabra, pues ésta era la orden del rey: 'No le respondáis'.
He esperado; mas puesto que ya no hablan, porque se quedan sin respuesta,
Pero yo me hago el sordo y no oigo nada, me hago el mudo y no abro la boca;
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser; un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos.
Ellos guardaron silencio y no le respondieron nada, porque ésta era la orden del rey: 'No le contestéis'.
Ellos le dijeron: 'Esto dice Ezequías: Día de angustia, de castigo y oprobio es este día; los niños están a punto de nacer, pero falta la fuerza para darlos a luz.
Sin embargo, que nadie acuse ni reproche a otro, pues sólo contra ti, sacerdote, he entablado mi pleito.
El pariente que saque los cadáveres de la casa dirá al que está dentro de ella: '¿Hay alguno contigo?'. Responderá: 'Ninguno'. Él dirá: '¡Silencio!'. No pronunciemos el nombre del Señor.
Por eso dice el Señor: 'Yo también planifico una desgracia contra esta ralea, de la que no podréis librar vuestro cuello. No andaréis más con la cabeza erguida, porque será un tiempo de desgracia'.
He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta.
Por esto, recibid la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y ser perfectos en todo.