Sadoc y Abiatar volvieron con el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí.
2 Samuel 19:11 - Biblia Martin Nieto Ahora bien, Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. Entonces, ¿por qué no hacéis algo para que vuelva el rey?'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el rey David envió a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles: ¿Por qué seréis vosotros los postreros en hacer volver el rey a su casa, cuando la palabra de todo Israel ha venido al rey para hacerle volver a su casa? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey David envió a los sacerdotes Sadoc y Abiatar para que les dijeran a los ancianos de Judá: «¿Por qué son ustedes los últimos en dar la bienvenida al rey en su regreso al palacio? Pues he oído que todo Israel está listo. Biblia Católica (Latinoamericana) Ese Absalón al que habíamos consagrado como rey murió en la batalla, entonces, ¿no haremos nada para reponer al rey?' La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto el rey David envió a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá diciendo: ¿Por qué seréis vosotros los postreros en hacer volver al rey a su casa? pues la palabra de todo Israel está llegando al rey para hacerle volver° a su casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Absalón, a quien habíamos ungido rey nuestro, ha muerto en el combate. ¿Por qué, pues, ahora estáis sin hacer nada por traer al rey?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey David envió a Sadoc y a Abiatar sacerdotes, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ¿Por qué seréis vosotros los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha venido al rey, a su casa? |
Sadoc y Abiatar volvieron con el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí.
Joab respondió: 'No quiero perder el tiempo contigo'. Agarró tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón, que todavía estaba vivo en la encina.
Toda la gente, en todas las tribus de Israel, discutía en estos términos: 'El rey nos ha salvado del poder de nuestros enemigos; él nos ha librado del poder de los filisteos y ahora ha tenido que huir del país a causa de Absalón.
El rey pasó a Guilgal, y Quimán continuó con él. Todo el pueblo de Judá y la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey en la travesía.
El rey puso a Benayas, hijo de Yehoyadá, al frente del ejército, y a Sadoc, el sacerdote, le puso en lugar de Abiatar.
Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos'.
Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortase por nosotros. En nombre de Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios.
y no porque no tuviéramos derecho, sino porque queríamos daros un ejemplo que imitar.