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2 Samuel 18:22 - Biblia Martin Nieto

Ajimás, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: 'Ocurra lo que ocurra, déjame que corra también yo tras el cusita'. Joab le dijo: '¿Por qué quieres correr, hijo mío? No encontrarás recompensa alguna'.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces Ahimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab: Sea como fuere, yo correré ahora tras el etíope. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr tú, si no recibirás premio por las nuevas?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero Ahimaas continuó rogándole a Joab: —Pase lo que pase, por favor, deje también que yo vaya. —¿Para qué quieres ir, hijo mío? —le respondió Joab—. No habrá recompensa por las noticias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ajimaas hijo de Sadoc retomó la palabra y dijo a Joab: 'No importa lo que pase. Yo también quiero correr tras ese cusita'. Joab le dijo: '¿Para qué vas a correr, hijo, si no obtendrás ninguna recompensa?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Ahimaas ben Sadoc, insistió de nuevo y dijo a Joab: Sea como sea, te ruego que me permitas que también yo corra tras el etíope. Y Joab dijo: ¿Para qué correrás hijo mío, si no habrá albricias° para ti?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero Ajimás, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: 'Suceda lo que suceda, déjame que yo también vaya corriendo tras el cusita'. Joab le contestó: '¿Por qué te empeñas en ir tú, hijo mío, si, aunque vayas, no has de sacar provecho alguno por llevar la noticia?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Sea lo que fuere, yo correré ahora tras Cusí. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr, si no tienes noticias listas?

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2 Samuel 18:22
6 Tagairtí Cros  

Y Joab dijo al cusita: 'Vete y comunica al rey lo que has visto'. El cusita hizo una inclinación de cabeza ante Joab y partió corriendo.


Él prosiguió: 'Ocurra lo que ocurra, yo voy corriendo'. Joab le dijo: 'Pues, ¡hala!, corre'. Ajimás corrió por el camino de la llanura y adelantó al cusita.


El rey preguntó: '¿Está bien el joven Absalón?'. Ajimás respondió: 'Yo vi un gran alboroto en el momento que Joab enviaba a tu siervo, pero no sé lo que era'.


El Faraón le replicó: '¿Pues qué te falta junto a mí, que tratas de volver a tu tierra?'. 'Nada - respondió-; pero déjame partir, por favor'. Y regresó a su tierra.


Y como no se preocuparon de tener el conocimiento cabal de Dios, Dios los abandonó a su mente depravada, que los empuja a hacer lo que no deben.


ni palabras torpes, groserías o bajezas, cosas que no están bien; por el contrario, alabad a Dios.