Lo vio uno y fue a decírselo a Joab: 'He visto a Absalón colgado en una encina'.
2 Samuel 18:11 - Biblia Martin Nieto Joab le contestó: 'Si lo has visto, ¿por qué no lo has matado y tirado al suelo? Yo te hubiera dado diez monedas de plata y un cinturón'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Qué? —preguntó Joab—. ¿Lo viste ahí y no lo mataste? ¡Te hubiera recompensado con diez piezas de plata y un cinturón de héroe! Biblia Católica (Latinoamericana) Joab dijo al que le trajo la noticia: '¡Así que lo viste! ¿Y por qué no lo mataste allí mismo? Te habría dado diez piezas de plata y un cinturón'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Joab dijo al hombre que le había dado la noticia: Y viéndolo tú, ¿por qué no lo heriste allí derribándolo a tierra? Por mi parte te habría dado diez siclos de plata y un tahalí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó Joab al hombre que le traía la noticia: 'Si lo has visto, ¿por qué no lo abatiste allí mismo a tierra? Yo te habría dado diez siclos de plata y un cinturón'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le heriste luego allí echándole a tierra? Yo te hubiera dado diez siclos de plata, y un talabarte. |
Lo vio uno y fue a decírselo a Joab: 'He visto a Absalón colgado en una encina'.
Pero el hombre respondió a Joab: 'Aunque me dieras mil monedas de plata, no pondría mi mano sobre el hijo del rey; porque llegó a nuestros oídos la orden que te dio el rey, lo mismo que a Abisay y a Itay, de que se respetara al joven Absalón.
Vosotros sois mis hermanos, hueso mío y carne mía. ¿Por qué sois los últimos en hacer que vuelva el rey?
Mis enemigos me atacan y me arrastran por el suelo, me encierran en estancias tenebrosas, como a aquellos que murieron hace tiempo.
Tal es el destino del que practica la rapiña; su propia avaricia lo mata.