Entonces el rey dijo a Sibá: 'Todo lo que pertenecía a Meribaal será tuyo'. Y Sibá contestó: 'A tus pies, gracias por el favor que me haces'.
2 Samuel 16:3 - Biblia Martin Nieto El rey le preguntó: '¿Dónde está el hijo de tu señor?'. Sibá contestó al rey: 'Se ha quedado en Jerusalén, porque se dijo: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Y dónde está Mefiboset, el nieto de Saúl? —le preguntó el rey. —Se quedó en Jerusalén —contestó Siba—. Dijo: “Hoy recobraré el reino de mi abuelo Saúl”. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces le dijo el rey: 'Pero, dónde está el hijo de tu señor Saúl?' Siba dijo al rey: 'Se quedó en Jerusalén, pues piensa que la casa de Israel le devolverá hoy la realeza de su padre'. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu amo? Y Siba respondió al rey: He aquí se ha quedado en Jerusalem porque dijo: ¡Hoy mismo la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey le preguntó: '¿Y dónde está el hijo de tu señor?'. Sibá replicó al rey: 'Se ha quedado en Jerusalén, porque piensa: 'Hoy me ha de restituir la casa de Israel el reino de mi padre''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre. |
Entonces el rey dijo a Sibá: 'Todo lo que pertenecía a Meribaal será tuyo'. Y Sibá contestó: 'A tus pies, gracias por el favor que me haces'.
al que difama a su prójimo en secreto lo aniquilo; al soberbio y al ambicioso no los puedo soportar;
y no habla mal de nadie con su lengua; el que no hace mal a su hermano ni difama a su vecino,
me envuelven como las aguas sin cesar, se aprietan contra mí todos a una.
Tal es el destino del que practica la rapiña; su propia avaricia lo mata.
El falso testimonio perecerá, el que sabe escuchar podrá hablar siempre.
No os fiéis del compañero, no confiéis en el amigo; ten cuidado con lo que dices delante de la que se acuesta entre tus brazos.
¡Ay de ellos!, porque siguieron el camino de Caín, se precipitaron en el pecado de Bala n por ansia de dinero y perecieron en la rebelión de Coré.