A quien escape de la espada de Jazael le matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú le matará Eliseo.
2 Reyes 9:24 - Biblia Martin Nieto Pero Jehú había echado ya mano a su arco e hirió a Jorán por la espalda, de suerte que la saeta le salió por el corazón, y cayó desplomado en su carro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehú entesó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas; y la saeta salió por su corazón, y él cayó en su carro. Biblia Nueva Traducción Viviente Jehú tensó su arco y le disparó a Joram entre los hombros. La flecha le atravesó el corazón, y Joram cayó muerto dentro de su carro. Biblia Católica (Latinoamericana) Jehú tendió su arco y disparó una flecha a Yoram, la que penetró por la espalda y le atravesó el corazón; el rey se desplomó en su carro. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Jehú tensó su arco, e hirió a Joram entre los hombros, y la flecha salió por el corazón, y se desplomó en su carro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Jehú tensó el arco en sus manos e hirió a Jorán por la espalda. La saeta le atravesó el corazón y se desplomó en su carro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jehú entesó su arco con toda su fuerza, e hirió a Joram entre las espaldas, y la saeta salió por su corazón, y cayó en su carro. |
A quien escape de la espada de Jazael le matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú le matará Eliseo.
'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado ante mí? Por eso, no acarrearé la desgracia sobre su casa en sus días, sino en los días de su hijo'.
Pero un hombre disparó el arco al azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo a su auriga: 'Da la vuelta y sácame del campo, porque estoy herido'.
Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios y murió al atardecer: la sangre de la herida cayó al fondo del carro.
Pero ellos, llenos de miedo, dijeron: 'Si dos reyes no han podido hacerle frente, ¿cómo lo vamos a hacer nosotros?'.
Y al día siguiente por la mañana salió y dijo a todo el pueblo: 'Vosotros sois inocentes. Mirad, yo conspiré contra mi señor y le di muerte; pero a todos éstos, ¿quién los ha matado?
Entended esto bien los que olvidáis a Dios, si no queréis que os destroce y no haya quien os salve;
Y si alguno le pregunta: '¿Qué cicatrices son esas que hay en tus manos?', él responderá: 'Las que me hicieron en casa de mis amantes'.
Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.