La mujer de Técoa se presentó, pues, al rey, y se postró rostro en tierra. Después dijo: '¡Ayúdame, oh rey!'.
2 Reyes 8:3 - Biblia Martin Nieto Al cabo de siete años regresó del país de los filisteos y fue a presentarse ante el rey a reclamar su casa y su campo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que pasó el hambre, la mujer regresó de la tierra de los filisteos y fue a ver al rey para recuperar su casa y sus tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de los siete años, volvió la mujer del territorio de los filisteos y fue a reclamar al rey su casa y su campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió al cabo de siete años que la mujer volvió de la tierra de los filisteos, y salió para implorar al rey por su casa, y por su terreno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de los siete años, volvió la mujer del país de los filisteos y se presentó al rey para reclamar su casa y su campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras. |
La mujer de Técoa se presentó, pues, al rey, y se postró rostro en tierra. Después dijo: '¡Ayúdame, oh rey!'.
Eliseo ordenó a su criado: 'Dile: Nos estás prodigando toda clase de cuidados; ¿qué podría hacer por ti? ¿Tienes alguna solicitud que elevar al rey o al jefe del ejército?'. Ella respondió: 'En medio de mi pueblo vivo'.
Pasaba el rey por la muralla, cuando una mujer le gritó: 'Socórreme, ¡oh rey, mi señor!'.
La mujer hizo sin demora lo que el hombre de Dios le había dicho, se fue con su familia y residió como emigrante en el país de los filisteos durante siete años.
El rey estaba entonces charlando con Guejazí, el criado del hombre de Dios, y le decía: 'Cuéntame todos los milagros que ha hecho Eliseo'.
Él preguntó a la mujer, y ella se lo contó todo. Y el monarca mandó a un eunuco con esta orden: 'Que le devuelvan todas sus propiedades y el producto de sus campos desde el día que abandonó el país hasta ahora'.
Hacía justicia al débil y al pobre, y todo le iba bien. ¿No es eso conocerme? - dice el Señor-.
Salió con sus dos nueras del lugar de su emigración y, de camino hacia la tierra de Judá,