A la hora de la ofrenda del sacrificio de Elías, se adelantó y dijo: '¡Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel!, que se sepa hoy que tú eres Dios de Israel y yo tu siervo, y que por orden tuya he hecho todas estas cosas.
2 Reyes 3:20 - Biblia Martin Nieto En efecto, a la mañana siguiente, a la hora de la ofrenda del sacrificio perpetuo, por la parte de Edón empezó a llegar el agua hasta que la comarca quedó inundada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció, pues, que por la mañana, cuando se ofrece el sacrificio, he aquí vinieron aguas por el camino de Edom, y la tierra se llenó de aguas. Biblia Nueva Traducción Viviente Al día siguiente, como a la hora que se ofrecía el sacrificio matutino, ¡de repente apareció agua! Fluía desde Edom, y pronto hubo agua por todos lados. Biblia Católica (Latinoamericana) Por la mañana, a la hora en que se presenta el Sacrificio, llegó el agua por el camino de Edom y la tierra se llenó de agua. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió por la mañana, al tiempo de ofrecerse el sacrificio matutino, he aquí vinieron aguas por el camino de Edom, y la región se llenó de agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y por la mañana, al tiempo de presentar la ofrenda, empezaron a bajar las aguas por la parte de Edom y la tierra se inundó de agua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que por la mañana, cuando se ofrece el sacrificio, he aquí vinieron aguas por el camino de Idumea, y la tierra fue llena de aguas. |
A la hora de la ofrenda del sacrificio de Elías, se adelantó y dijo: '¡Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel!, que se sepa hoy que tú eres Dios de Israel y yo tu siervo, y que por orden tuya he hecho todas estas cosas.
Por su parte, todos los moabitas, enterados de que los reyes avanzaban para luchar contra ellos, se concentraron todos, desde la edad de empuñar las armas para arriba, y se situaron en la frontera.
Él convierte los desiertos en lagunas y la tierra seca en manantiales.
Él partió la roca, saltaron las aguas y brotaron los torrentes; ¿no podrá también proporcionarle el pan y procurar carne a su pueblo?
aún tenía en los labios las palabras de mi oración, cuando Gabriel, aquel personaje que había visto anteriormente en visión, volando raudo, se acercó a mí, hacia la hora de la ofrenda de la tarde,