Pero el Faraón Necó lo encadenó en Ribla, en el país de Jamat, lo destronó de Jerusalén e impuso al país un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata y treinta y cuatro de oro.
2 Reyes 25:6 - Biblia Martin Nieto Apresaron al rey, y lo condujeron a Ribla, ante el rey de Babilonia, el cual pronunció contra él la sentencia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Preso, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Capturaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla, donde dictó sentencia contra Sedequías. Biblia Católica (Latinoamericana) Apresaron al rey y lo llevaron a Ribla donde el rey de Babilonia, quien lo sometió a juicio. La Biblia Textual 3a Edicion Y capturaron al rey, y lo llevaron ante el rey de Babilonia en Ribla, y le dictaron sentencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apresaron al rey y lo subieron a Riblá, ante el rey de Babilonia, quien dictó sentencia contra él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y apresaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia a Ribla, y pronunciaron sentencia contra él. |
Pero el Faraón Necó lo encadenó en Ribla, en el país de Jamat, lo destronó de Jerusalén e impuso al país un tributo de tres mil cuatrocientos kilos de plata y treinta y cuatro de oro.
Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en la llanura de Jericó; todo el ejército lo abandonó y se dispersó.
Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, los cuales apresaron a Manasés con grillos y, cargado de cadenas, lo condujeron a Babel.
Después de esto, dice el Señor, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a los habitantes de esta ciudad que hayan escapado a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su vida; él los pasará a filo de espada sin consideración, sin piedad y sin compasión'.
y Sedecías, rey de Judá, no escapará de las manos de los caldeos, sino que caerá sin remedio en manos del rey de Babilonia, que podrá hablar con él cara a cara y sus ojos verán los ojos de él,
Y tú no podrás escapar ante él. Serás hecho prisionero y caerás en sus manos; te llevarán a su presencia, él te hablará cara a cara, y después irás a Babilonia.
Sí, todas tus mujeres y tus hijos serán sacados a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que caerás preso en manos del rey de Babilonia y esta ciudad será destruida por las llamas'.
Prendieron al rey, lo llevaron a Ribla, en la región de Jamat, ante el rey de Babilonia, el cual pronunció la sentencia contra él.