Ben Hadad mandó a decirle: 'Esto y cosa peor hagan conmigo los dioses si el polvo de Samaría basta para llenar los puños de toda la gente que me sigue'.
2 Reyes 18:23 - Biblia Martin Nieto Y ahora acepta una apuesta con mi señor, el rey de Asiria. Yo te daré dos mil caballos, si puedes procurarte jinetes para ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú puedes dar jinetes para ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Se me ocurre una idea! Llega a un acuerdo con mi amo, el rey de Asiria. Yo te daré dos mil caballos, ¡si es que puedes encontrar esa cantidad de hombres para que los monten! Biblia Católica (Latinoamericana) Haz ahora una apuesta con mi señor el rey de Asur: te doy dos mil caballos si tienes jinetes para montarlos. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, haz una apuesta con mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si es que tienes quien los monte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Haz ahora una apuesta con mi señor, el rey de Asiria: te doy dos mil caballos si eres capaz de procurarte jinetes para ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, ahora yo te ruego que des prendas a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú pudieres dar jinetes para ellos. |
Ben Hadad mandó a decirle: 'Esto y cosa peor hagan conmigo los dioses si el polvo de Samaría basta para llenar los puños de toda la gente que me sigue'.
Ordenó: 'Si han salido en son de paz, prendedlos vivos; y si en son de guerra, prendedlos vivos también'.
Y si me decís: Confiamos en el Señor, nuestro Dios, ¿no es aquel cuyas colinas y cuyos altares ha suprimido Ezequías, diciendo a Judá y a Jerusalén: Sólo debéis postraros ante este altar en Jerusalén?
No puedes hacer huir al más insignificante de los siervos de mi señor, ¿y esperas conseguir carros y caballos en Egipto?
Miró el filisteo, vio a David y le despreció, porque era joven, rubio y de buena presencia.
y le dijo: 'Ven acá, que yo daré tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo'.