El rey Salomón, por su parte, dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, aparte de lo que le regaló con la munificencia propia del rey Salomón. La reina se despidió y, con su séquito, emprendió el viaje de regreso a su país.
2 Crónicas 9:12 - Biblia Martin Nieto El rey Salomón, por su parte, regaló a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, superando lo que ella había traído al rey. Ella y su séquito emprendieron el viaje de regreso a su país. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Después ella se volvió y se fue a su tierra con sus siervos. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey Salomón le dio a la reina de Saba todo lo que ella pidió, regalos de mayor valor que los que ella le había entregado a él. Luego ella y todos sus acompañantes regresaron a su tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey Salomón retribuyó a la reina de Saba lo que ella le había traído. Además, le dio todo cuanto ella quiso pedir. Después se volvió ella y regresó a su país con sus servidores. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, aparte de corresponder a lo que ella había traído al rey. Después ella se volvió y regresó a su tierra con sus siervos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por su parte, el rey Salomón regaló a la reina de Sabá todo cuanto a ella se le antojó pedirle, mucho más de lo que ella había traído al rey. Después, ella emprendió el regreso a su país con sus servidores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey Salomón dio a la reina de Seba todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Después se volvió y se fue a su tierra con sus siervos. |
El rey Salomón, por su parte, dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, aparte de lo que le regaló con la munificencia propia del rey Salomón. La reina se despidió y, con su séquito, emprendió el viaje de regreso a su país.
Con las maderas el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Nunca se había visto una madera igual en el reino de Judá.
El peso del oro que el rey Salomón recibía cada año era de unos veintitrés mil kilos,
que se acuerde de todas tus ofrendas y tus holocaustos acepte con agrado;
A aquel que es poderoso para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder que actúa en nosotros,