Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




2 Crónicas 8:15 - Biblia Martin Nieto

No se apartó ni un ápice de la ordenación del rey respecto de los sacerdotes y levitas, ni en lo referente a los tesoros.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y no se apartaron del mandamiento del rey, en cuanto a los sacerdotes y los levitas, y los tesoros, y todo negocio;

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Salomón no se desvió en absoluto de las órdenes de David respecto a los sacerdotes, los levitas y los tesoros.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No se apartaron en nada de la orden del rey en lo tocante a los sacerdotes y los levitas, ni tampoco en lo relativo a los tesoros.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y no se apartaron del mandato del rey en cuanto a los sacerdotes y a los levitas en ningún asunto, incluyendo el de los tesoros.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

En nada se apartaron de lo que había dispuesto el rey en lo tocante a los sacerdotes y los levitas, ni tampoco respecto a los tesoros.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y no se apartaron del mandamiento del rey dado a los sacerdotes y a los levitas, en ningún asunto, ni en cuanto a los tesoros:

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



2 Crónicas 8:15
7 Tagairtí Cros  

Cuando se terminaron todas las obras que el rey Salomón mandó hacer en el templo llevó todos los objetos que su padre, David, había dedicado al Señor: la plata, el oro, los utensilios, y los depositó en el tesoro del templo del Señor.


Otros cuidaban del mobiliario, de los objetos sagrados, de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y los perfumes.


Todos los de Judá estuvieron de acuerdo en cumplir la orden del rey y de los jefes como lo había mandado el Señor.


Estableció luego en sus servicios, según las disposiciones de su padre, las clases sacerdotales; y lo mismo hizo con los levitas encargados de cantar las alabanzas y asistir a los sacerdotes, según el ritual cotidiano, y con las respectivas clases de porteros de cada una de las puertas; todo conforme a las disposiciones de David, hombre de Dios.


Así se llevó a cabo toda la obra de Salomón, desde el día que se pusieron los cimientos del templo del Señor hasta su terminación.