El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para exterminarla; pero el Señor se arrepintió del mal y dijo al ángel exterminador: 'Basta, retira tu mano'. El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.
2 Crónicas 32:21 - Biblia Martin Nieto y el Señor envió a un ángel, que aniquiló a todos los soldados, jefes y oficiales del campamento del rey de Asiria, el cual se vio obligado a regresar lleno de vergüenza a su tierra, donde murió asesinado a golpe de espada por sus propios hijos cuando estaba en el templo de su dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor envió a un ángel que destruyó al ejército asirio junto con todos sus comandantes y oficiales. Senaquerib se vio obligado a regresar a su propia tierra avergonzado; y cuando entró al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí mismo a espada. Biblia Católica (Latinoamericana) Y Yavé envió un ángel que exterminó a todos los mejores guerreros de su ejército, a los príncipes y a los jefes que había en el campamento del rey de Asur. Este volvió a su tierra con gran vergüenza y al entrar a la casa de su dios, allí mismo, sus propios hijos lo mataron a espada. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH envió un ángel, el cual hirió a todos los guerreros esforzados, y capitanes y jefes, en el campamento del rey de Asiria, quien regresó a su tierra con rostro avergonzado; y cuando entró en el templo de su dios, los que habían salido de sus entrañas° lo mataron allí a espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y Yahveh envió un ángel que exterminó a todos los guerreros valientes, a los príncipes y a los jefes del campamento del rey de Asiria, que tuvo que volverse a su tierra con el rostro cubierto de vergüenza. Y allí, al entrar en el templo de su dios, sus propios hijos lo mataron a filo de espada. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová envió un ángel, el cual hirió a todo hombre esforzado y valiente, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Así se volvió con vergüenza de rostro a su tierra; y cuando entró en el templo de su dios, los que habían salido de sus propias entrañas lo mataron a espada. |
El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para exterminarla; pero el Señor se arrepintió del mal y dijo al ángel exterminador: 'Basta, retira tu mano'. El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.
Entonces Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: 'Esto dice el Señor, Dios de Israel: La oración que me has dirigido con motivo de Senaquerib, rey de Asiria, la he escuchado.
El rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo.
El Señor libró a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén del poder de Senaquerib, rey de Asiria, y de todos sus enemigos, dándoles paz en todas sus fronteras.
Sabio de mente y robusto de fuerza, ¿quién puede resistirle impunemente?
Vestiré de ignominia a sus enemigos, mientras que sobre su cabeza brillará su corona'.
Por eso, Señor, te alabaré entre las naciones, cantaré en honor de tu nombre;
Haced promesas al Señor, vuestro Dios, y cumplidlas; que los pueblos de alrededor traigan ofrendas al terrible;
Los valientes fueron despojados, durmiendo están su sueño, a todos los guerreros les fallaron los brazos.
Ante tu amenaza, oh Dios de Jacob, carros y caballos quedaron inmóviles.
Detrás de la soberbia vendrá la ignominia, pero con los humildes está la sabiduría.
El preludio de la ruina es el orgullo; el preludio de la caída, el espíritu altanero.
destrozaré a Asiria en mi país, la pisotearé en mis montañas; así se quitará de ellos el yugo, y el peso caerá de sus hombros.
¿Cómo vas a hacer retroceder a uno solo de los más ínfimos servidores de mi señor? Pero tú te fías de Egipto para conseguir carros y jinetes.
Entonces Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Esto dice el Señor, Dios de Israel: He oído la oración que me has hecho sobre Senaquerib, rey de Asiria;
Yo soy el Señor, éste es mi nombre; no cederé mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos.
'Consulta al Señor acerca de nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el Señor renueve en favor nuestro todas sus maravillas y nuestro enemigo se aleje de nosotros'.
Tú has ejecutado sentencias justas en todos los males que nos has mandado a nosotros y a la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén; pues tú nos has tratado así conforme a la verdad y la justicia, a causa de nuestros pecados.
Pero en aquel instante un ángel del Señor lo hirió de muerte, por haberse arrogado el honor de Dios, y murió roído de gusanos.