Azarías, hijo de Yehojanán; Berequías, hijo de Meselimot; Ezequías, hijo de Salún, y Amasá, hijo de Jadly, todos ellos jefes efraimitas, se enfrentaron contra los que volvían de la guerra,
2 Crónicas 28:11 - Biblia Martin Nieto Escuchadme, y devolved los prisioneros que habéis hecho a vuestros hermanos, porque os amenaza la ardiente ira del Señor'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oídme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque Jehová está airado contra vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Escúchenme y devuelvan a los prisioneros que han tomado, porque son sus propios parientes. ¡Tengan cuidado, porque ahora la ira feroz del Señor se ha vuelto contra ustedes!». Biblia Católica (Latinoamericana) Oigan, pues, devuelvan a sus hermanos que han tomado prisioneros, porque si no el furor de la ira de Yavé está sobre nosotros. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, oídme, y haced volver a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos, pues el ardor de la ira de YHVH está contra vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, oídme: devolved estos prisioneros que habéis hecho de entre vuestros hermanos, porque el ardor de la cólera de Yahveh pesa sobre vosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oídme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque el furor de la ira de Jehová está sobre vosotros. |
Azarías, hijo de Yehojanán; Berequías, hijo de Meselimot; Ezequías, hijo de Salún, y Amasá, hijo de Jadly, todos ellos jefes efraimitas, se enfrentaron contra los que volvían de la guerra,
Los israelitas hicieron doscientos mil prisioneros a sus hermanos entre mujeres, hijos e hijas, y se adueñaron de un enorme botín, que se llevaron para Samaría.
Que se queden nuestros jefes en representación de toda la comunidad, y todos los que se hayan casado con mujeres extranjeras vendrán en días señalados, acompañados de las autoridades y de los jueces de cada ciudad, hasta que hayamos apartado de nosotros el furor de nuestro Dios por este pecado'.
Desde mi infancia soy un desgraciado, al borde de la muerte; he soportado tus terrores y ya no puedo más.
¿No sabéis cuál es el ayuno que me agrada? Abrir las prisiones injustas, soltar las coyundas del yugo, dejar libres a los oprimidos, romper todos los yugos;
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis seréis medidos.
Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha tenido misericordia; pero la misericordia triunfa sobre el juicio.