Ozías, todavía con el incensario en su mano para quemar el incienso, montó en cólera contra los sacerdotes y, al instante, brotó la lepra en su frente en presencia de los sacerdotes en el templo del Señor, junto al altar de los perfumes.
2 Crónicas 26:20 - Biblia Martin Nieto Azarías, el sacerdote jefe, y todos los sacerdotes se fijaron en él, vieron la lepra en su frente y se apresuraron a echarlo de allí, cuando él mismo salía ya precipitadamente, porque el Señor lo había castigado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Azarías, el sumo sacerdote, y los demás sacerdotes vieron la lepra, lo sacaron del templo a toda prisa. El propio rey estaba ansioso por salir porque el Señor lo había herido. Biblia Católica (Latinoamericana) El sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes, al mirarlo, vieron que tenía lepra en la frente. Por lo cual lo echaron de allí rápidamente; y él mismo se apresuró a salir porque Yavé lo había herido. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando el sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes se volvieron hacia él, he aquí tenía leprosa la frente; entonces lo hicieron salir deprisa de allí, y él mismo se dió prisa en salir, porque YHVH lo había herido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y al volverse hacia él el sumo sacerdote Azarías y todos los demás sacerdotes, vieron que tenía lepra en la frente. Le hicieron salir precipitadamente de allí, y él mismo se apresuró a salir, porque Yahveh lo había herido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le miró Azarías, el sumo sacerdote, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir aprisa de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido. |
Ozías, todavía con el incensario en su mano para quemar el incienso, montó en cólera contra los sacerdotes y, al instante, brotó la lepra en su frente en presencia de los sacerdotes en el templo del Señor, junto al altar de los perfumes.
El rey Ozías continuó leproso hasta el día de su muerte. Vivió recluido en una casa aislada, pues, como leproso, estaba excluido del templo del Señor. Su hijo Jotán estaba al frente del palacio y del gobierno de la nación.
Mardoqueo volvió luego a la puerta real, mientras Amán volvía a su casa triste y descompuesto.
El sacerdote lo examinará: si hay una inflamación blanca, el pelo se ha vuelto blanco y se ve la carne viva en la inflamación,
'Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que os doy en propiedad, si yo infecto de lepra alguna casa de la tierra que vais a ocupar,
te herirá de agotamiento, fiebre, inflamación, calor sofocante, sequía, herrumbre y tizón, que te perseguirán hasta destruirte.
El Señor te herirá de úlcera maligna en tus rodillas y en tus muslos, desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza, y no podrás curar.