Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas y a hacer ladrillos. Lo mismo hizo con las ciudades de los amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén.
2 Crónicas 25:12 - Biblia Martin Nieto Los de Judá capturaron vivos otros diez mil, que condujeron a la cima de la Roca, desde donde los despeñaron, muriendo todos estrellados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. Biblia Nueva Traducción Viviente Capturaron a otros diez mil, los llevaron hasta el borde de un precipicio y desde allí los despeñaron. Al caer sobre las rocas abajo, se hicieron pedazos. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hijos de Judá apresaron vivos a diez mil de ellos y, llevándolos a la cumbre de la Peña, los precipitaron desde allí, quedando todos ellos reventados. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Judá capturaron vivos a otros diez mil, y los llevaron a la cumbre de la peña, y los arrojaron desde la cumbre de la peña, y todos ellos se hicieron pedazos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Además, los hijos de Judá apresaron vivos a otros diez mil, los llevaron a la cima de la Roca y los despeñaron desde allí, quedando reventados todos ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. |
Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas y a hacer ladrillos. Lo mismo hizo con las ciudades de los amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén.
Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas. Lo mismo hizo con todas las ciudades amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén.
Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos;
Amasías cobró ánimo, partió a la cabeza de sus tropas y llegó al calle de la Sal, donde derrotó a diez mil hombres de Seír.
Entre tanto, las tropas que había despedido Amasías para no llevarlas con él a la guerra invadieron las ciudades de Judá, desde Samaría hasta Bejorón, mataron a tres mil personas y se apoderaron de un gran botín.
La ira del Señor se encendió contra Amasías y le envió un profeta a decirle: '¿Por qué has ido a buscar a los dioses del pueblo al que ellos no pudieron librar de tus manos?'.
Sus jueces serán precipitados por un despeñadero, entonces comprenderán qué dulces eran mis palabras;